«Miguel Agustín Príncipe»
Cuando arguyas ve con tiento
Pues, aunque fuere novel
de tu adversario el talento
si te vuelve el argumento,
puede aplastarte con el.
Dormilón era sin par
el niño de don Gaspar,
y aqueste, tomando a pecho
hacerle saltar del lecho
así cómenosle a hablar:
Por madrugar Andresico
ya sabes que se encontró
un bolsillo de oro rico.
Más madrugó, dijo el chico
el dueño que lo perdió.